Emprendimiento y Servilismo. ¿Cómo puedes emprender en una cultura marcada por el servilismo?

Todos los días recibes los mismos mensajes machacantes: “Es tu hora para emprender”. “Emprende”. “Empléate”. “Crea tu propia empresa”. “Se autónomo” y similares. Mensajes emitidos principalmente por parte de las instituciones públicas y semipúblicas de toda España. Suena hasta mágico “Emprende” o “Empléate” como si fuera una solución final para un problema de una España sobrada de talentos y talentísimos pero con una mortandad de empresas de nueva creación que roza el 90%. Esta cifra resulta imposible que se fundamente única y exclusivamente en los propios promotores y la falta de viabilidad comercial de sus proyectos. Es verdaderamente imposible, ya que en otros países de la UE como Alemania o incluso EE.UU. los emprendedores ni fracasan tanto ni tan pronto. Además, si lo hacen no se les estigmatiza socialmente hasta de calificarles de “fracasados”. Fracasado, desde luego, es aquel que nunca ha intentado hacer nada por nadie y menos a riesgo.

Da ahí mi pregunta: ¿cómo puede una persona emprender en un contexto cultural marcado por el servilismo?

En primer lugar, servilismo es aquella tendencia exagerada a servir o satisfacer ciegamente a una autoridad o a las autoridades. El servilismo ya es marca en España. Las instituciones y sus autoridades parece que saben mejor que vosotros/nosotros lo que tenemos que hacer para triunfar emprendiendo. Si emprendes, cotizas. Si cotizas tú eres la justificación perfecta de la existencia de los programas señuelo de muchas de las instituciones que detentan una falta de credibilidad absoluta, al menos a lo que a su “honesta actitud” de promover el emprendimiento se refiere.

El servilismo es como una anestesia general de los profesionales y nuevos emprendedores de seguir las órdenes y mensajes ilusorios de aquellos que en su vida no han emprendido nunca. Ellos, los cautivadores y mensajeros, los que fomentan y se basan en el servilismo hablan de las empresas “Start –ups” y la creación de empleo como si ellos fueran o hayan sido alguna vez empresarios/as de éxito.

¿Acaso al tener tanto éxito se han retirado a su cargo público o semipúblico con la vocación de ayudarte a ti en tu autodesarrollo empresarial? Lo dudo mucho y con argumentos de peso. El emprendimiento solo puede tener lugar en una cultura que tiene de por sí esa apertura y receptividad necesaria para triunfar hacia personas emprendedoras que marcan diferencias, las que se salen de la vía habitual, las que innovan, las que prueban nuevas formas de ser e interactuar con sus clientes.

Los emprendedores son pensadores libres, rebeldes, no conformistas por esencia y considerados como “locos” porque se salen del guión. ¿Te han llamado loco o loca alguna vez? Enhorabuena. Has dejado de ser un ser servil y estás en el buen camino. Ya tienes la primera base para triunfar como emprendedor/a, pero quizás tengas que comercializar tu nuevo producto o servicio fuera de tus fronteras en los que se fomenta y se practica realmente el libre comercio sin intervención paternal y abusiva de los que dos años antes te surgieron el autoempleo y te “ayudaron” a fomentar tu propio proyecto empresarial. Servilismo y al mismo tiempo emprendimiento…no way my friend.

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