Nunca sabes lo que puede depararte el día de mañana. Te encuentras con que tienes tu vida prácticamente resuelta, tienes un cargo importante en una multinacional y un sueldo acorde a tus resultados, y ves que a medida que pasan los años, tus sueños se van quedando atrás. Te sientes frustrado. Aunque todos esos bienes materiales te hagan disfrutar y te alegren a pequeños ratos, ves que todo se ha truncado, que lo que verdaderamente querías hacer se ha quedado en el standby y que se ha quedado en eso, una puerta que cerraste cuando de verdad deberías haberla abierto en su momento.

Estos son solo algunos de los síntomas de aquellas personas que hoy en día no están contentas con su trabajo, tal vez porque en el pasado, por cuestiones familiares no hayan podido estudiar lo que quisieron, o porque simplemente no tenían el aporte económico necesario para poder dedicarse a lo que verdaderamente les gustaba. Por poner un ejemplo, ¿cuánta gente hemos visto que han estudiado alguna carrera relacionada con el ámbito de la economía y luego le apasionaba más el mundo de las bellas artes por poder satisfacer a cuestiones externas?
El mundo debe estar lleno de gente con aspiraciones y lo que se busca es que la alegría rebose en cada puesto de trabajo, que cada persona que acuda cada mañana a su oficina vaya con un motivo por el que seguir adelante…
Es fácil decir esto cuando posees un cargo en el que te sientes cómodo, sin embargo, ¿qué hay de la gente que le pasa justo lo contrario?
Muchas son las personas que abandonan y dejan atrás altos cargos, puestos de trabajo, estudios y demás posiciones para optar a lo que verdaderamente han querido a lo largo de sus vidas, para poder verse así el día de mañana realizando algo que realmente les gusta, donde lo que haga no lo vean como una obligación, sino que lo vean como una actividad más, como un hobby. Algo que haga que el día se les pase volando en la oficina.
Aquí es donde se puede ver que la base de la felicidad se encuentra en uno mismo, por tanto, si lo que de verdad te apasiona está ahí fuera, está en otro ámbito donde no te encuentras ahora mismo, ve a por ello, quizá sea demasiado tarde si lo dejas para mañana. Recuerda y no olvides que tú eres el dueño de tu destino.
Laura Robles Ortega , periodista.
Departamento de Comunicación IACI
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!